Los estudios lexicográficos medievales siempre son muy bien recibidos por la comunidad
académica, pues, al fin y al cabo, tanto la reconstrucción de las sociedades del pasado como la reproducción y edición de textos de aquellos tiempos han de nutrirse de las correctas acepciones semánticas de los vocablos contenidos en los textos que nos sirven de fuente de información.